Desde hace algunos años nos hemos relacionado con la figura del transporte activo: caminar, andar en bici, scooter o patines. Hemos leído, visto, nos han contado o demostrado sus beneficios ambientales, de salud y económicos, además, con el despertar de las masas sociales en cultura medioambiental el incremento en popularidad de estos modos era inminente. En este sentido, alguna vez te has preguntado ¿qué sucede cuando algún tópico de interés se populariza tanto que alcanza las esferas políticas?
Lograr la atención de los mandatarios abre la oportunidad de que el tema se desarrolle con mayor rapidez, que su función y beneficio sea difundido hacia un sector más amplio de la sociedad, que se trabaje para optimizarlo y mejorarlo, todo esto sí, aunque también puede aprovecharse la corriente de moda para la promoción y la generación de aceptación con fines manejados a conveniencias individualistas. Sin embargo no todo es sobre esferas políticas, por otro lado tenemos la aportación social, la participación activa y positiva para fines lucrativos o no que genera un empuje similar de desarrollo aunque su contraparte puede llegar a ser sumamente voraz y depredadora. Entonces, ¿A dónde vamos con todo esto?, a que en medio de la crisis de movilidad que enfrentamos en múltiples ciudades, el eco ha colocado al término como un tema mainstream; no importa en qué ciudad de México estés leyendo esto seguro que es Trending Topic; y qué mejor moda en movilidad que los carriles para bicicleta. Qué maravilla hubiera sido que empezaran con tal empuje y desarrollo que hoy pudiéramos ser país de referencia, desafortunadamente aún no es nuestro caso. A los carriles los envolvió en su mayoría la porción de dualidad política y social negativa y lejos de impulsar el uso de la bicicleta como opción de transporte ha derivado en una no muy buena reputación, al generar por naturaleza resistencia en la sociedad, representando la “expropiación” del espacio destinado a los automóviles; la cuestionable planeación, ejecución o mantenimiento nos han llevado al límite de la confusión abriendo brechas para la reubicación o la eliminación con cierta periodicidad, empoderadas por argumentos de competencia, percepciones o intuiciones que derivan en promesa de cambio. Al final, siempre existe algo que se hizo mal, algo que se podía hacer mejor o alguna observación a la praxis; escasa fundamentación teórica o estudios mal ejecutados, enfoques erróneos o diferentes. Que si los tiempos no fueron los correctos, si los colores, si las medidas, si las vialidades, si la ubicación, si el semáforo, si el cruce, si… Y entonces, justo cuando la infraestructura está cautivando nuevos usuarios, cuando está siendo adoptada y medianamente aceptada, cuando los carriles están siendo entendidos; en lugar de mejorarla decidimos criticarla, reubicarla o eliminarla. Concuerdo con el hecho de que no todo está perfectamente ejecutado y que usualmente hacen falta ajustes; los ajustes son indispensables. Sólo me pregunto ¿toda infraestructura ciclista siempre está tan mal que merece de destrucciones y reubicaciones?, y es que me parece lamentable que mientras distorsionamos el enfoque discutiendo y analizando en dónde se van a reubicar o por qué se deben de eliminar los carriles ya existentes, en el tiempo real, en la vida que no para, los problemas de traslado y los accidentes seguirán ocurriendo. ¿Qué sucedería si se dejara de desprestigiar a la infraestructura que ya tenemos?, ¿Y si mejor nos dedicamos a arropar e impulsar, corregir de ser necesario, y dar mantenimiento?, ¿Qué tal si decidiéramos dejar de tener razón?… Probablemente así, llegaríamos a ver cumplida la promesa de la ciclovía perenne. Escrito por: Ernesto Alvarado Zúñiga. Contacta al autor: [email protected] #BUENVIAJE
Alejandro
7/2/2019 09:11:44 pm
Creo que se puede tener la mejor infraestructura del mundo pero no hay educacion vial en nuestro país, se debe trabajar desde mas abajo para poder hacer un cambio en nuestra infraestructura. 7/3/2019 10:41:47 am
Hola Alejandro, comparto ampliamente tu punto de vista... podemos tener la utopía de infraestructura vial, caminos autoexplicativos, carreteras perdonadoras, etc. pero el que sepamos cómo comportarnos en ella será la clave de su éxito. Gracias por comentar esperamos leerte nuevamente en próximas entradas, muchos saludos! Los comentarios están cerrados.
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ZUBIQ#BUENVIAJE es una columna de opinión sobre temas de la movilidad. Archivos
Septiembre 2019
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